El Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación (IUDC), en la figura de su director José Ángel Sotillo, participó en la jornada del pasado 9 de abril, en el Congreso de los Diputados de Madrid, junto con 70 plataformas, redes y organizaciones en el “Acto de impulso a la Agenda 2030 y a los ODS en España. ¿Qué falta por hacer?”. Además de la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina y la propia presidenta del Congreso, Ana Pastor, el compromiso adquirido de todos los grupos parlamentarios y de los representantes de las sociedad civil el “Plan de Acción para la puesta en Práctica en España de la Agenda 2030” que está desarrollando deben servir como un primer paso para la elaboración conjunta entre la Administración y la sociedad civil de una “Estrategia nacional de desarrollo sostenible” que defina los objetivos, las políticas, las medidas legislativas, las estructuras de gobernanza y el papel de los diversos actores, pero que cuente sobre todo con un marco presupuestario creíble para hacer realidad la Agenda en España.
Retos más urgentes
Las entidades convocantes han puesto sobre la mesa algunos retos específicos. Se trata de cuestiones impostergables con relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para un país como España, con un nivel de Desarrollo Humano clasificado como “muy alto” por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
1. Elevados niveles de desigualdad social (Índice de Gini de renta: 0,35), Además de ser de los mayores de la UE, van en aumento (ODS 10).
2. Elevados niveles de pobreza relativa, con un especial impacto en la infancia (2,7 millones de niños y niñas viven en riesgo de pobreza) (ODS 1).
3. Elevada huella ecológica. España necesita 2,4 veces más superficie de la que dispone para mantener el nivel de vida y la población actuales (ODS 8).
4. Altos niveles de desempleo y, sobre todo, de desempleo juvenil (48,3% en 2015 para menores de 25 años) (ODS 8).
5. Deplorables niveles de violencia de género, amplia brecha salarial entre mujeres y hombres (ODS 5), y carencias de provisión adecuada de servicios de cuidado asequibles y de calidad para hijos/as y otras personas a cargo. Se trata de limitaciones que repercuten sobre todo en las mujeres.
6. Necesidad de hacer uso de un enfoque de género y de edad en la recopilación, análisis, diagnóstico y evaluación de los datos estadísticos, de manera que pueda analizarse con rigor el cumplimiento de los ODS.
7. Altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero (variación respecto a 1990: 13% de aumento en 2016) (ODS 13).
8. Escaso gasto social en comparación con los promedios de la UE (ODS 10).
9. Insuficiente inversión en I+D (1,22% del PIB en 2014) (ODS 9).
10. Elevados niveles de corrupción (ODS 16).
11. Discriminación étnica/racial (ODS 16).
12. Mala conservación y gestión del agua (44% de masas de agua en estado “peor que bueno” en 2016) (ODS 6).
13. Un esfuerzo de ayuda al desarrollo (AOD en 2015: 0,12% de la RNB) muy por debajo de la media de la UE (0,51% de la RNB) y del CAD (0,32%) (ODS 17).
El informe elaborado por la Sustainable Development Solutions Network (SDS) de las Naciones Unidas, conduce a parecidas conclusiones sobre nuestros retos. España se clasifica en Rojo en: crecimiento económico, innovación industrial, consumo responsable, acción climática, vida marina y gestión de la biodiversidad; en Naranja en: pobreza, hambre, educación de calidad, desigualdad, paz y asociación para los objetivos; en Amarillo en: salud, igualdad de género, saneamiento de aguas, energías limpias y ciudades sostenibles. España ha perdido en esta edición el único indicador verde con el que contaba: el de igualdad de género. Superar estos problemas, entre otros, posibilitaría que la implantación de la Agenda 2030 relanzara un proyecto de país centrado en los problemas de las personas y del planeta.
